Bruselas es la capital y la ciudad más grande de Bélgica, foco de la actividad política del país y la principal sede administrativa de la Unión Europea.
La ¨capital de Europa¨ es vibrante, cosmopolita, elegante y creativa. Se trata de la sede de las principales instituciones de la Unión Europea (se la nombró sede oficial en 1992), de quien Bélgica es uno de los grandes fundadores, junto con el Reino Unido, Francia, los Países Bajos y Luxemburgo. Desde aquí se erigieron los cimientos de esta gran apuesta comunitaria de países y hoy la ciudad es testigo de las decisiones políticas y económicas más importantes de la región. Porque además cuenta con magníficas construcciones góticas y medievales, parques y jardines que complementan el paisaje gris, dado tanto por el clima como por la cantidad de edificios, y grandes creaciones como el Atomium, un extraño monumento levantado durante la feria mundial de 1958. Además, en Bruselas hay que visitar la Grand Place, el Palacio Real y salir a recorrer sus calles para toparse por un lado, con los grandiosos murales con historietas graficadas, así como chocolaterías artesanales que más que lugares de venta de deliciosos bombones son espacio de diseño y creación.
La Grand Place de Bruselas, la plaza central de la ciudad, está catalogada entre las más bellas del mundo. Este parque es un sitio histórico declarado Patrimonio Histórico Mundial en 1998.
Está ubicada en el corazón de la ciudad de Bruselas y se caracteriza por ser una de las más lindas de Europa, sino del mundo. Por eso, desde 1998 es Patrimonio de la Humanidad. Con el Palacio Real como protagonista esta plaza del siglo XVII está delimitada por edificios de estilo renacentista, gótico, flamenco y neoclásico. Se trata del corazón de la ciudad de Bruselas, tanto por su valor histórico -hacia el siglo XVI fue testigo de cientos de decapitaciones y más adelante se convirtió en el sitio en el que Marx y Engels sentaron las bases del Manifiesto comunista- como arquitectónico. Aquí se encuentran edificios como la Mansión de los Duques de Brabant, el Hotel de Ville y el Ayuntamiento de Bruselas, la Maison de l'Etoile, la Maison de l'Arbre d'Or (en donde se aloja el Museo de la Cerveza) y la Maison du Roi, entre otros.
Así como están los íconos del mundo histórico, existen también los del mundo moderno. Ubicado en la ciudad de Brusela, más precisamente en la zona de Laeken, El Atomium se construyó en 1958. Este monumento es un imperdible, porque da cuenta de la mirada hacia adelante que tiene este país. Lo más notable es su forma de átomo: representa un cristal de hierro ampliado 165.000 millones de veces y está formado por nueve esferas de acero de 18 metros de diámetro. La estructura tiene 103 metros de altura y fue construida con motivo de la Exposición Universal. A sus pies se encuentra una reproducción a pequeña escala de los monumentos más conocidos de los países de la Unión Europea.
No es sólo el hecho de que 7 de cada 10 diamantes que hay en el mundo pasen por esta ciudad. Más bien son su estilo renacentista, su atmósfera histórica y sus construcciones hechas en oro lo que hacen brillar a Amberes. Llamada Antwerpen (Ant = Mano, Werpen = Lanzar) en la lengua flamenca, esta ciudad de 156 km2 fue uno de los puertos más importantes de Europa durante el Renacimiento. Cuenta la leyenda que fue en ese período que la ciudad recibió su actual denominación. Se dice en esa época un gigante llamado Druoon Antigoon, que habitaba el río, cortaba la mano de los tripulantes de aquellos barcos que se negaran a pagar. Hasta que un centurión romano terminó por cortarle la mano a él en venganza. Amberes es la segunda ciudad más grande de Bélgica y la más grande de la región de Flandes. Para ver: sus edificios antiguos, muchos de ellos con forma de barco en su fachada, la plaza central, la Grote Markt, donde hay una estatua del legendario gigante y la catedral.
Lo que Bruselas, Amberes o Gante tienen de históricas Brujas lo tiene de mágica. Es que no hay quien no haya pisado esta pequeña ciudad sin sentirse el protagonista de una historia fantástica, llena de personajes extraños. Tampoco quien no se haya sentido aquí la persona más enamorada del planeta porque Brujas es ante todo uno de los destinos más románticos de Europa, con la posibilidad de ser recorrida en carruaje o a través de sus canales, con la compañía de cisnes que parecen estar allí dispuestos a "ambientar" el escenario. La Plaza Burg, la calle de Breidelstraat, la Plaza Markt, el Palacio de Justicia, la Probostía, la Basílica de la Santa Sangre y el Ayuntamiento son algunas de los atractivos que figuran en la lista. Esta ciudad fundada en el siglo XIII y con poco más de 100 mil habitantes fue declarada Patrimonio Mundial de la UNESCO.
Supo ser la ciudad del norte europeo más grande, después de París, y hoy es la ciudad flamenca con mayor número de edificios históricos. Gante, ubicada entre los ríos Lys y Escalda, es de estilo medieval. Se encuentra a 50 kilómetros de las ciudades de Brujas y Bruselas y por eso, un paso por ella, por su vida cultural e histórica, es obligatorio en el itinerario que propone una completa visita a Bélgica. Gante está repleto de museos, teatros y pequeñas galerías que durante julio reciben a millones de visitantes que se acercan para celebrar el Festival de Gante, una de las movilizaciones artísticas más importantes de la región. Para visitar: el Graslei (muelle de las herboristas) y el Korenlei (muelle de los graneros), la Catedral de San Bavón, la Atalaya y la torre de la iglesia de San Nicolás.
Bélgica es llamada la capital del noveno arte porque en ella las historietas son verdaderas protagonistas. Cuna de personajes célebres como Los Pitufos, Lucky Luke, los hermanos Dalton y el famoso Tintín, los personajes de las bande dessineé, tal la denominación en francés para las tiras cómicas, habitan los museos, de los cuales el más famoso es el Museo del Cómic, comercios, librerías y hasta las calles de la capital del país. Y por eso se creó una ruta exclusiva para ellos. La propuesta, que tomó forma definitiva en 1991, es una entretenida alternativa para chicos y grandes. En las calles de Bruselas es posible ver murales con dibujos de los raros y maravillosos personajes. Algunos de ellos son el de Lucky Luke, Asterix y Obelix en la calle de la Buanderie, el de Cubitus en la Rue de Flandre, el de Gaston Lagaffe en la Rue del Ecuyer y el del espía Victor Sackville de la Rue Marché aux Charbon. Es sólo cuestión de salir a peregrinar hasta encontrarlos porque la lista suma más de 30 creaciones.
Los tres caballitos de batalla de la gastronomía belga. A uno y otro lado del país se pueden ver establecimientos que se lucen con estas delicias. Y que además, sorprenden con su puesta en escena: las chocolaterías son casi más tiendas de diseño que de venta de bombones. Un Museo del Cacao y el Chocolate, ubicado a pasos de la Grand Place de Bruselas, y chocolates conocidos internacionalmente por su calidad y su innovación (más allá de que conservan el modo de preparación de antaño, se las ingenian para encontrar más y nuevas variedades); los puestos callejeros y restaurantes en donde parar a comprar los famosos gofres (waffles) para comerlos de camino y los bares en donde se pueden degustar cualquiera de las más de 500 cervezas que presenta este país, conocido por presentar la mayor cantidad de tipos de esta bebida en el mundo, porque ninguna de ellas se hace de la misma manera.
Un mercado de pulgas en Europa pasa a ser un paseo cool, chic y por demás curioso. Así, todos los días de 7 a 14 (los domingos el mercado presenta las mejores ofertas), la Place du Jeu de Balle, ubicada en el barrio Les Marolles, se convierte en un improvisado paseo de compras en donde es posible encontrar fiambres, flores, ropa, discos de vinilo, muebles, figuritas, cuadros, revistas de cómics, entre otras cosas. Este mercado, una especie de "baúl de la abuela", inmiscuido en medio de un caos de objetos, dispuestos en cajas de cartón listas para ser revueltas, se fundó en 1919 y desde entonces atrae a turistas y belgas. Aunque en euros, los precios son más bien económicos.
Un espectáculo monumental, inolvidable y tan atractivo que cada año más de 150 mil personas se acercan a verlo. Cientos de artistas del mundo de la electrónica, participaron algunos como Armin Van Buuren, David Guetta, Baker Fred, Pelele, Despiadado, Marco Bailey, entre otros, se animan a desafiar al mundo del entretenimiento brindando un show que rompe con todos los parámetros y que por eso es hoy uno de los más famosos del mundo. El Festival, que se lleva a cabo en la ciudad de Boom, realizó en 2012 su octava edición y promete seguir sorprendiendo.
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