viernes, 18 de septiembre de 2015

Historia

 Historia de Bélgica.






La actual Bélgica fue poblada primitivamente por la tribu celta de los belgas, como la denominaban los romanos. Julio César los su VIII de nuestra Era, el territorio de los belgas fue incorporado a los Estados franceses de Lotario, hijo de Carlomagno, luego a los del duque de Borgoña hasta el siglo XV; perteneció a España hasta el año 1714, en el cual Bélgica quedó en poder de Austria. Los franceses invadieron y ocuparon en 1792 el país el cual pasó, después de la caída de Napoleón, a Holanda hasta el año 1831, en que alcanzó definitivamente su independencia y se organizó como monarquía hereditaria. A su primer rey, Leopoldo I, le sucedió su hijo Leopoldo II; éste fundó como empresa comercial particular el Estado Libre del Congo, y lo cedió a su muerte al Estado belga, el cual se ha beneficiado de él hasta 1964. Bélgica fue ocupada por los alemanes durante las dos Guerras mundiales de 1914-18 y 1939-45, bajo los reinados de Alberto I y su hijo Leopoldo III. En 1950, ascendió al trono el hijo de éste último, Balduino I. Bélgica, Holanda, Luxemburgo y una parte del norte de Francia, forman la región de los Países Bajos, con historia común hasta 1579 (véase Holanda). La separación entre el idioma romance y el germánico coincidió con el límite del Sacro Imperio RomanoGermánico, que dividió a los Países Bajos por la mitad. Entre 1519 y 1814 las provincias sureñas fueron sucesivamente gobernadas por España (1519), Austria (1713) y Francia (1794). Luego de la caída de Napoleón en 1814, las potencias europeas impusieron la unificación con el norte. Las provincias del sur habían ya forjado una identidad propia y no estaban dispuestas a aceptar una autoridad holandesa. La economía de la región reposaba en la producción de lino y la manufactura textil, cuya expansión fomentó un gran crecimiento demográfico. La coincidencia entre terratenientes y manufactureros, unida a la concentración de los telares, facilitó la industrialización. En Gante (Gent), Amberes (Antwerpen) y Tournai surgieron fábricas con más de 100 obreros, que percibían salarios muy bajos. En 1830, la burguesía de Bruselas se armó contra las autoridades holandesas. El conflicto se generalizó, y las potencias reconocieron la independencia de las provincias del sur, que desde entonces se llamaron Bélgica. El Congreso adoptó la monarquía parlamentaria, con un cuerpo elector de propietarios. La monarquía parlamentaria, institucionalizada en 1830, ha sobrevivido hasta nuestros días. A fines del siglo XIX, los obreros exigieron el derecho de voto y mejores condiciones de trabajo. Tras violentos incidentes, el gobierno aprobó leyes de vivienda popular y de protección en el trabajo, en particular a mujeres y niños. El Parlamento cambió la Constitución y, en 1893, se implantó el sufragio universal masculino, pero en forma limitada. Entre 1880 y 1885, el rey Leopoldo II, al frente de un grupo de inversores, financió expediciones internacionales al Congo, convirtiéndolo en su enclave privado. La mala administración económica, junto con las severas protestas de varios países europeos por la excesiva represión y explotación que sufrían los nativos, forzó al gobierno belga a asumir al Congo como colonia en 1908. Con esto vieron fin los peores excesos, si bien tanto el gobierno, como la iglesia y los negocios belgas aumentaron su influencia en el territorio durante los años subsiguientes. En el siglo XX el sistema democrático se vio dos veces amenazado debido a las guerras mundiales. Sin embargo, en ambos casos, la democracia prevaleció. En 1914, Alemania pretendió cruzar territorio belga a fin de invadir Francia. Al negarse Bélgica a dar paso a los alemanes, quedó involucrada en la guerra. El Tratado de Versalles devolvió a Bélgica los territorios de Eupen y Malmédy. Bélgica firmó en 1920 un acuerdo de asistencia militar con Francia y, el año siguiente, se unió económicamente con Luxemburgo. En África, las tropas belgas ocuparon las ex colonias alemanas de Rwanda y Burundi. En la Segunda Guerra Mundial, Bélgica se definió neutral, pero fue ocupada por Alemania en 1940, hasta la liberación en 1944. El retorno del rey -prisionero de guerra de los alemanes- generó una fuerte controversia. En un plebiscito, 57% votó por la vuelta, pero la tensión en la región Valona obligó a Leopoldo III a abdicar en favor de su hijo Balduino en 1950. En 1947, Bélgica, Holanda y Luxemburgo formaron la asociación económica llamada Benelux, en el marco de la entonces llamada Comunidad Económica Europea (actual Unión Europea, UE.). Bélgica se integró asimismo a la OTAN en 1949. En 1960 se independizó el Congo belga, pero Bélgica y las potencias occidentales siguieron interviniendo en la ex colonia (después, Zaire, actual República Democrática del Congo). En 1962 se independizaron Rwanda y Burundi. El voto femenino fue aprobado en 1949. En 1975, las mujeres belgas conquistaron el derecho a igual remuneración que los hombres. En los años 60 y 70, la cuestión del idioma y de la autonomía de Bruselas creció en importancia. En 1970 se les adjudicó a las comunidades lingüísticas mayor autonomía en lo atinente a cuestiones culturales. En 1980, el Parlamento aprobó una nueva estructura federal, con las regiones de Flandes, Valona y Bruselas como distritos capitales. Esto marcó el comienzo de un proceso de descentralización que continuaría por 20 años. A partir de 1983, la instalación de cohetes nucleares de la OTAN en Bélgica generó una polémica nacional. En 1984 y 1985, empresas e instalaciones de la OTAN sufrieron atentados. Los misiles fueron retirados en 1988, luego de un acuerdo de reducción de armamentos entre Estados Unidos y la URSS. Junto con los misiles, desapareció una vez más el movimiento de masas. En 1992 el primer ministro Jean-Luc anunció un plan de reducción del déficit fiscal, incluyendo cortes drásticos en el gasto público, siguiendo los requisitos del Tratado Europeo de Maastricht. El gobierno cerró el presupuesto de 1997 con un déficit de 2,7% en el PBI. A pesar de la enorme deuda pública, que excedía claramente los criterios del Tratado de Maastricht, se le permitió a Bélgica ingresar a la Unión Monetaria Europea. El 31 de julio de 1993, tras 42 años de reinado, murió el rey Balduino, quien fue sustituido por su hermano Alberto. Las elecciones europeas de 1994 reflejaron la desconfianza de la población hacia los partidos de la coalición de gobierno. En los comicios europeos de junio y los municipales de octubre los socialistas francófonos perdieron votos en tanto que el Vlaams Blok se convirtió en el segundo partido de Amberes, ganando 18 de los 55 escaños en disputas. Al mismo tiempo, el parlamento aprobó cambios constitucionales que transformaron a Bélgica en un estado federal. En mayo de 1995 los votantes eligieron por primera vez, además de sus representantes al parlamento, a los 75 miembros de las tres nuevas asambleas regionales de Bruselas, Flandes y Valona. Dehaene obtuvo una clara victoria en los comicios nacionales, que le permitió seguir al frente del gobierno. Los acuerdos de Lambermont, en 2001, continuaron la reforma del estado por vía de la descentralización. Se transfirió el control de la agricultura, el comercio exterior y la cooperación para el desarrollo a Flandes y Valona. De todas formas, la seguridad alimentaria siguió siendo un asunto federal. Esta medida fue resultado de escándalos vinculados a la alimentación que amenazaron al país por años, incluyendo fiebre porcina, la enfermedad de la vaca loca, aftosa y el escándalo de la dioxina. Este escándalo forzó la dimisión de Dehaene y llevó al poder a una coalición liderada por Guy Verhofstadt, líder del Partido Liberal Flamenco (VLD). Coaligado con socialistas y verdes de ambas comunidades, Verhofstadt dejó fuera del gobierno, por primera vez en 41 años, a los democristianos. En base a la ley de genocidio de 1993, los crímenes contra la Humanidad, cometidos en cualquier parte del mundo, pueden ser juzgados en Bélgica. En 2001, cuatro ciudadanos rwandeses fueron sentenciados en Bruselas por tomar parte en el genocidio de 1994. En el mismo año, la ley de genocidio motivó que el premier israelí, Ariel Sharon, cancelara su visita a Bélgica: varios palestinos, sobrevivientes de las masacres de 1982 de Shabra y Shatila, en Líbano, habían levantado cargos de genocidio contra él, responsabilizándolo por las muertes. En 2001 Bélgica reanudó relaciones diplomáticas con la República Democrática del Congo. El premier Verhofstadt y el canciller Michel visitaron la ex colonia para fomentar las negociaciones de paz que deberían poner fin a la guerra en el oriente de aquel país. Verhofstadt prometió asimismo poner en la agenda europea los problemas de Congo. El flujo de refugiados provenientes del Tercer Mundo y países ex comunistas se convirtió en tema político en Europa. La mayoría de los países europeos introdujeron medidas para "sacarse de encima" la mayor cantidad posibles de solicitudes de asilo. Bélgica siguió esa tendencia aboliendo todo apoyo económico a los refugiados e implementando un procedimiento rápido de deportación. La política de asilo belga fue criticada por Amnistía Internacional. En julio de 2001 Bélgica asumió la presidencia de la Unión Europea y puso el impuesto Tobin, la tasación de las transacciones financieras internacionales, en la agenda europea. Para enero de 2002, el euro reemplazó al franco belga como moneda nacional. La sección belga del movimiento anti-globalización, formado por sindicatos, grupos pacifistas y ecológicos, movimientos pro Tercer Mundo y diversas organizaciones no gubernamentales, ocupó las calles de Gante y Bruselas en agosto de 2001, en protesta contra la política de la Unión Europea y otras instituciones internacionales. En diciembre, el gobierno autónomo flamenco suspendió relaciones con Israel en protesta por la violencia contra el pueblo palestino. A principios de 2002, el consejo de la región autónoma de Bruselas también decidió suspender el acuerdo de cooperación firmado con Israel dos años atrás. El 1º de abril de 2002, una sinagoga de la comuna de Anderlecht en Bruselas fue atacada con un "cocktail molotov", sufriendo daños materiales de poca entidad, provocando un reforzamiento de las medidas de seguridad. Un gran número de árabes que vive en Bruselas, junto a militantes de organizaciones de derechos humanos, manifestaron frente a la embajada israelí en Bruselas. La corte belga a cargo del proceso a Sharon postergó la decisión judicial con la finalidad de que los abogados pudieran debatir en una nueva audiencia sobre el fallo de la Corte Internacional de dar inmunidad a los gobernantes en ejercicio. Asimismo, la Unión Europea decidió el 2 de abril en Bruselas continuar con el apoyo financiero a la Autoridad Palestina, principalmente para el mantenimiento de servicios esenciales. La vocero de la UE, Emma Udwin, describió la situación en Palestina como "impactante", y llamó al cumplimiento de la resolución 1402 del consejo de seguridad de la ONU. Un comité de eminentes historiadores completó el estudio por los alegatos de muerte de 10 millones de congoleses en manos de la armada privada del rey Leopoldo II. Bruselas se disculpó por la muerte en 1961 de Patricio Lubumba, primer ministro de la República Democrática del Congo. Bélgica asumió la responsabilidad moral de la muerte de Lubumba que pereció tras un golpe de Estado en manos del cabecilla de las fuerzas armadas, Mobutu Sese Seko. En marzo de 2004, comenzó en la corte de Arlon (una de las ciudades más antiguas del país, situada al sur, el juicio Marc Dutroux (47 años, electricista desempleado), acusado de secuestro, violación y asesinato. El juicio se celebró 8 años después de cometidos los crímenes, entre 1995 y 1996. Dutroux y otras tres personas, estuvieron involucradas en el secuestro de seis jóvenes, torturadas, en algunos casos forzadas sexualmente y, cuatro de ellas, asesinadas. Dos jóvenes fueron rescatadas con vida. En junio de 2004, finalmente Dutroux fue declarado culpable de pedofilia y sentenciado a cadena perpetua. Además se falló en relación a los otros tres implicados: Michelle Martin, 44 años, ex esposa de Dutroux, fue hallada culpable de conspiración, 30 años en prisión, Michel Lelievre, 32 años, culpable de secuestro, Michel Nihoul, 62 años, negociante; fueron sentenciados a 25 y 5 años de cárcel respectivamente. En julio, 15 personas murieron y más de 120 resultaron con quemaduras graves, en una explosión ocurrida en la planta industrial Ghislenghien en Ath (pueblo situado a 30 Km. al suroeste de Bruselas). Varias de las personas muertas habían estado investigando una pérdida de gas de un gasoducto que transportaría ese combustible desde las costas belgas hacia Francia. La explosión fue catalogada por el gobierno belga como uno de los peores desastres de los últimos tiempos pues la zona pareció un campo de guerra. París brindó helicópteros y ayuda médica de emergencia. Aunque, tras meses de negociaciones fallidas acerca de derechos lingüísticos en un distrito que incluía partes de Flandes y Bruselas, el gobierno ganó un voto de confianza en el parlamento en mayo de 2005, la decisión final, fue diferida otros dos años y puso en duda el futuro de Bélgica como país unificado. El tenor de la disputa, que implicaba cómo dividir a los partidos políticos Flamencos y Valones, era de difícil resolución: muchos francófonos se habían mudado a suburbios flamencos en los últimos años, y los partidos políticos no estaban dispuestos a perder el control de esos votantes. Para ser un país tan pequeño, Bélgica ha sido un importante campo de batalla por siglos. Este país fue ocupado por Alemania durante la Segunda Guerra Mundial, y ha experimentado un auge económico en los últimos cincuenta años, convirtiéndose aspa, en un modelo de democracia liberal de Europa Occidental. Bruselas es el recinto de las oficinas centrales de la unión europea y de la OTAN.

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